lunes, 22 de noviembre de 2010

Sobre las cenas en casa y las ganas de volver...

Haciéndome perrerias
Ya vamos por la segunda cenita en casa y las dos genial. Esta última sin los estreses de la primera, donde tuve que hacer mis primeras tortillas en una hora. Llegar a casa de la compra y pelar papas como locas. Freír, batir huevos, mezclar, enfrentarse a darle la vuelta. Pero al final, se dejaron comer. La tortilla de esta vez, más buena, y sin cocinar yo, (otra vez, ¡gracias Bruno!) ¡Qué cena más rica! Repitiendo platos pero con diferente compañía. ¡Y esta vez con tarta y bizcocho casero! Celebrando por todo lo alto el cumple de una de las canarias. Así da gusto. ¡A ver cuando repetimos!

Por lo demás, estamos a 22 de Noviembre. Mañana hacemos dos meses en Florencia y decir que se han pasado volando me parece poco. Dentro de otros 22 días ya estoy en Canarias, haciendo turismo por Las Palmas con los niños (¡vayan pensando sitios!) y conociendo por fin la famosa Heineken. Y después, como todos los años ¡a volver a casa por Navidad! Esta vez es diferente. No hay tantas ganas como otras veces. Sé que una vez allí echaré de menos todo esto pero también sé que estaré encantada ya que ya hay ganas de una Masalla de la Gigi (que aunque esté en Italia, aún no he probado una pizza igual), de ir a comer a la Repikada, de ir a la explanada a no hacer nada y estresarnos porque “en esta isla nunca hay nada que hacer”, de comprar pipas facundo a las tantas de la noche en la pcam y saludar a mi amigo, de comer algo cocinado por mis padres, de conducir, de esperar a Guetón a que termine de cenar mientras piensas “¿cómo va a tardar tanto?”, de quedar con Dani con días de antelación por su agenda ocupada, de escuchar a Cristo montarse mil películas a cerca del fin del mundo mientras tú te acojonas, de ir a jugar al guitar hero en fácil mientras Iván, en experto, toca sin mirar la pantalla, de dar paseos en el forfi de Fany con la música a tope, de esperar a las cuatro de la mañana para comer donuts, de hacer locuras, de pasar un rato en Famara, de que pasen los días y no llueva, de volver por la noche a casa en el daewoo y tener Arrecife sólo para ti, de crear otra carpeta en el ordenador para las fotos de las Navidades, de escuchar a mi madre decir que este año no hay regalos que ya soy muy mayor y que luego siempre caiga algo, de decorar el árbol, de ver las cuatro luces que ponen en la isla, de estar en Lanzarote… Pues parecía que no, pero tengo más ganas de lo que pienso. ¡Y ya no queda nada!

2 comentarios:

  1. que pena tu cara! sabes cuál es el complemento que más me mola de esta foto? me encanta...

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  2. jajajajaja pues no tengo ni idea!! Cuéntame!

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